MÉDANOS, ALTA GAMA, VILLA GESELL

Un emprendimiento inmobiliario denominado Mandalay Aqua Residences & Resort pretendió despojar al ambiente costero de Villa Gesell de sus milenarios médanos, a los que reemplazaría por metros cúbicos de hormigón y materiales de construcción devenidos en edificios valuados en unos 20.000.000 de dólares estadounidenses. De esta manera millones de metros cúbicos de arena entrarían en el mercado sin conocerse su verdadero destino, al menos desde la información oficial. Y el ecosistema costero se vería mortalmente herido por la codicia de los inversores. Según estos empresarios una ventaja comparativa del desarrollo de su proyecto sería la generación de puestos de trabajo en beneficio de la gente de la villa.

Los médanos costeros son parte del delicado ecosistema marítimo y componen su dinámica junto a los vientos, las olas marinas, los vegetales y los animales, dentro de los cuales estamos la raza humana. Cada uno con su rol protagónico, es imprescindible en el equilibrio orgánico de este hábitat tan delicado. Sus funciones están debidamente estudiadas y establecidas por biólogos, geólogos y otros especialistas científicos. De los estudios realizados se ha generado una legislación que regula las acciones que los humanos debemos observar conscientemente . De ello depende la sustentabilidad de ese ambiente, posibilitando su observancia, un armónico desarrollo en el territorio.

Afortunadamente, cada día podemos ver que hay más gente atenta. Es así que a principios de junio de 2010 algun@s vecin@s de la Villa Gesell se percataron de los movimientos de máquinas topadoras sacando arena de los médanos en su intención de “borrarlos” para iniciar a construir los edificios según el ambicioso proyecto. Algun@s de estas personas llegaron a interponer sus cuerpos entre las máquinas y las gigantescas dunas. Así nació “El Mandalito”, campamento de ciudadan@s guardianes de las arenas naturales del lugar que lograron con su rápido accionar, un recurso de amparo. Mediante esta acción judicial, los conductores de las topadoras debieron apagar sus motores y los empresarios alambraron los predios para impedir la acción de los “mandalitos”, quienes pernoctan en su campamento, en vigilia de los intereses comunitarios. Mientras tanto, los vigiladores de la guardia de seguridad que contrataron los empresarios para sus médanos alambrados, no contaban con baños ni con la calefacción necesaria, lo que habla por sí solo de las intenciones de los empresarios en cuanto a la generación de puestos de trabajo.

Celebramos el espíritu de la Asamblea de Vecin@s Autoconvocad@s de Villa Gesell, su lucha por la democratización racional de los recursos naturales con criterios de sustentabilidad y por los derechos en la gestión del suelo urbano.

Entendemos que quienes accionan solidariamente para compartir con sus iguales, además del beneficio de la alegría obtienen una mejor calidad de vida. Consideramos tan importante como urgente el hacer ejercicio y defensa de todos nuestros derechos.



Mar del Plata, viernes 06 de agosto de 2010.
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